Y es cuestión de darte besos aunque no los vayas a recibir.
Aunque un gran muro de papel* impida que me veas.
Yo estaré allí por el placer de lo desconocido, de lo improbable, de lo impensable y de lo infinitamente inmutable.
Por el placer del placer. Por el placer de estar ahí.
Muchas cosas se hicieron grandes con menos de un "estar ahí".
Y aunque yo me haya cortado las alas para no volar, eso no implica que a veces pueda coger un avión.
"Tú (yo) no rezabas para no creer, yo (tú) no besaba para no soñar..."
J. Sabina
(*) En realidad no es así, pero alguien puede reconocerte. Mejor te dejo para las buenas noches.
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