lunes, 13 de agosto de 2018

Vertical y transversal.


En realidad sí que nos gustan los cambios.
Lo que no soportamos son esos momentos de transición e incertidumbre.
Donde todas las posibilidades están abiertas a suceder.
Donde la probabilidad es una vieja enemiga que te lleva a pensar, a retroceder, a tambalear, a desplomar.
No podemos manejar la alternativa. Queremos certezas. Queremos fines (que no finales) y no los queremos a medias.
A veces, nos dejamos llevar hacia el instante. Estirando lo efímero.
Creyendo que nunca más te volverás a sentir así. O mejor, que nunca más te volverás a hacer sentir así.
Estamos en la cresta de nuestra propia ola pero ya hay algo que nos dice que esperemos la caída. Que abramos los ojos.
La realidad es esa transición.
Lo que queda entre
Y
¿yo?