viernes, 6 de julio de 2018

Para esa persona que no está y nunca estará.


Hola. Bueno, tú esto no lo vas a leer porque te vas a olvidar de mí y no pasa nada... era la decisión. Me gustaría decirte que encontré el anillo, que cuando te fuiste estuve esperando en el ascensor por si dabas la vuelta. Que salí al portal con el frío que hacía a ver si seguías ahí. Pero te tenías que ir. Y que cuando subí todavía me olían las manos a ti, porque me las habías estado agarrando. Guardé ese olor todo lo que pude. Pero era lo mejor para los dos. También me gustaría decirte que molas un montón, que me gusta tu flequillo y que, no lo sabes, pero me sacaste un poco de la mierda de día en el que estaba metida. Me hiciste darme cuenta de muchas cosas en una sola noche. De que eres tan como yo que casi asusta, aunque yo sea una opositora blandita. Siempre recordaré esta noche con una sonrisa aunque me diera todo el coraje del mundo no poder besarte. Pero yo no soy así y quiero creer que tú tampoco. Me encanto nuestra forma de chocar las manos y créeme, te habría ganado a cualquier cosa… Pero tampoco podría pedirte nada sabiendo el futuro que me espera, ya sabes, eso del puesto 53 que no me he atrevido a decirte. Que tenías toda la razón del mundo en todo y que te odio y que esto habría sido muy bonito, coño. Pero seguro que en otro lugar, en otra vida, en otro momento… Hoy y siempre recordaré esta noche, en serio, ha sido simplemente perfecta, quizás porque sabíamos que se iba a acabar y que cuando cruzaras mi puerta ya estaría todo sentenciado. Cada momento de esta noche ha sido mágico y solo puedo darte las gracias. Eso y cagarme en ti del constipado que voy a tener mañana. Pásatelo bien en la vida y sé feliz. Ambos seremos felices.
No podrías haberme regalado una noche más mágica, más de película… Serendipity. Cuando mi lado cursi habla… Por eso he decidido ponerlo todo aquí.
Ah y que sepas que llegué y me puse a hacer un ejercicio de la academia y fui de empalme. Y que menos mal que te fuiste porque me moría de ganas de besarte y seguro que hubiera sido un beso perfecto. Volveré a querer pensar que sí.
De hecho... aún me pregunto dónde estarás.