viernes, 23 de agosto de 2013

Amor del alma de cintura para arriba y amor del cuerpo de la cintura para abajo.



El día que levante la niebla que se vaya ella contigo.
Estoy contigo pero sin ti. Estoy conmigo pero sin mí y ‘el resto del mundo' es una mera formalidad sin importancia.
Sobraba en ti, todo aquello que faltaba en mí pero para despedirme de ti, me sobran las palabras.
Y no saber de la vida más allá de los amaneceres que contamos juntos y no saber de la muerte más allá de los atardeceres que nos separan.
Y, por último, te apagas como el sol a las siete de la tarde. 


"El tiempo imparable
plateará nuestras sienes
y hará de nuestros recuerdos
cenizas y humo" 
I. Serrano, ¿Dónde estarás?

lunes, 5 de agosto de 2013

De pájaros y política



Seguías ahí. Incluso después de haberte ido, seguías ahí. Como un recuerdo borroso e incompleto que regresa en el momento más inesperado, en el menos necesitado. Regresas y yo te encuentro como una pluma, perdida, buscando a su pájaro que no vuelve porque ya ha alzado el vuelo. Como una pluma desorientada, sin rumbo preferente, que tiene miedo a caer en soledad.
Y ni siquiera preguntas si puedes pasar, si serás bienvenido otra vez. Sólo llegas y arremetes con todo lo que hay, llevándote la calma por delante -incluso a mí- y desmintiendo ser ese pajarillo indefenso que perdió las alas por alejarse, por adentrarse, por querer atravesar lo naranja del amanecer. Qué curioso fue, que tú, estúpido pajarillo, vuelvas a la jaula de la escapaste y juraste no volver, porque aquello a lo que llamaste "libertad" te ha arrancado hasta el último ápice de tu espíritu anarquista. Pero yo, estúpido pajarillo, no quiero que vuelvas. Llámame traidora, ahora soy yo la de la anarquía en el corazón.