miércoles, 27 de julio de 2016

Me vuelves Lorca

Me vuelves Lorca
y construyo poemas con los suspiros
que dejas escapar
cuando no te veo, cuando no te espero.
Me vuelves Lorca
y cuento los decimales de un deseo
que se queda en el aire
porque estaba flotando, porque estaba indefenso.
Me vuelves Lorca
y pienso en la respuesta
a la muda pregunta de tus ojos,
de tu risa, de tu despertar interminable.
Me vuelves Lorca
y siento la libertad;
ese flujo dulce de brisa fresca
que planea entre la distancia,
del ir y venir de los besos fugaces
que se esconden en los libros de poemas:
sin dueño, con rumbo, sin techo, con sueño...

jueves, 7 de julio de 2016

Para Marta. Siempre :)

“Que la vida iba en serio/ uno lo empieza a comprender más tarde”, escribía Gil de Biedma.
No, una se da cuenta al final pero no del camino si no de cada etapa. Al cerrar otro episodio y perder la vista atrás en cada recóndito lugar de la memoria.
La vida siempre ha ido en serio. “Tendrás amigos, tendrás amor” y siguiendo a Goytisolo tendremos muchas cosas más. Unos días más, otros menos. Tendremos risas y llantos, tendremos aventuras y desventuras y miles de historias que contar, no a los nietos, sino a quién quiera escucharlas. Tendremos siempre algo que decir, eso es señal de que estamos viviendo, pero también algo que callar, esto es señal de que estamos todavía en el camino.
Tendremos luces de bohemia y sombras en el viento. Idas y venidas… Demasiadas y, mal vamos, si no las tenemos. Y descartad la idea de un futuro planificado.
Pero sobre todo que no nos dé miedo a cerrar etapas. No podemos avanzar en el camino si nos quedamos siempre en el mismo lugar. Hay que cambiar, hay que vivir, hay que soñar lo imposible; entonces, solo así, conseguiremos lo posible.
Hay que tener una dosis de realidad guardada para cuando despegamos los pies del suelo y perdemos la cabeza. Y confiar en alguien para que sea tu Pepito Grillo, la voz de tu conciencia cuando la tuya se quede afónica.
Y que siempre quede en nosotros una chispa de curiosidad y rebeldía, una llama inconformista que nos haga pensar que podemos cambiar el mundo. Porque podemos. Podemos cambiar nuestro mundo.
Y si alguna vez tropezamos con una, dos, tres…cientas piedras, recuerda que está permitido caer pero que es obligatorio levantarse. Y si alguna que otra vez pensamos que no hemos conseguido nada, tan solo hay que mirar las huellas que hemos dejado en el camino.
Pd: Para Marta. Solo ella lo sabe.



Suiza

Sin amor, sin dinero, sin trabajo y sin datos en el móvil... y sin ganas de buscarlos.

Porque todo puede pasar y todo se puede soportar siempre y cuando cuides Suiza.
Suiza es ese estado neutro de la vida que te permite avanzar pero los más escépticos dirán que es pasar de puntillas por la vida. Ese estado inmaterial, intemporal e inmanente a la propia existencia, que no muchos descubren y menos aceptan. Es el estado intermedio por naturaleza, un patrón neutral de las personas que están empezando a quererse, a solas consigo mismas. Y es el punto principal de la vida. Nadie puede evolucionar si de vez en cuando no pasa por Suiza.


El día que nació Suiza corría aire, entraba por la ventana medio abierta de mi salón y eran finales de mayo. Suiza vino con calma, con sensatez y con pizza. Suiza pensó qué era lo mejor para nosotras y en este momento, lo mejor era eso, nosotras. Nosotras solas contra el mundo. 
Así como Suiza logró mantener una posición neutral en la Segunda Guerra Mundial y evitó los conflictos, mi Suiza hace lo mismo. Pasa desapercibida por la vida, atenta a todo pero sin comprometerse, sin implicarse, sin complicarse. Como ese pececillo que se sigue perdiendo entre la multitud. 

Suiza vive al día y no ve más allá del momento. Suiza ha desistido de tenerlo todo bajo control en cualquier momento. Acepta los cambios y trata de entenderlos. Suiza mejora cada día o al menos lo intenta.

Con Suiza todo es tranquilidad: 
Suiza no tiene que competir con nadie. Suiza se quiere por la mañana con su moño-nido-de-cigüeña recién levantada. 
Suiza se quiere cuando se pone ese con un "¿por qué no?"
Suiza se quiere con extra de patatas.
Suiza canta en la ducha 
Suiza admite que tiene defectos y a efectos prácticos, le encantan.
Y se toma un chupito a su salud. 

Suiza se romperá un día. Alguien la romperá y será inevitable que eso pase. Y será maravilloso pero hasta que ese día llegue Suiza será el estado del bienestar donde solo está uno mismo, sin demonios y sin complicaciones.

Y que nadie se atreva a desestabilizar Suiza.