viernes, 9 de noviembre de 2012

Y hoy, tu voz.(Melancolía)


Hola, ¿te acuerdas de mí?
Soy un aula vacía, un asiento frío,
un lápiz que no escribe.
Soy un folio en blanco
que hoy ha dicho que no quiere ser pintado.
Un habitáculo oscuro, sin luz ni guía;
Perdido hace ya tanto tiempo
que no quiere ser encontrado.
Ni las risas que se dejaron atrás,
ni los lamentos que vendrán.
Hoy la melancolía reina en cada esquina
y quiere decir que desde las nubes,
la realidad se ve oscurecida por los rayos de la tormenta.
El polvo de la tiza hipnotiza los ojos que, queriendo ver algo,
no ven nada.
A quién, queriendo hacer algo,
se queda parado, clavados en el suelo.
Atornillando sus sueños a la corriente
de un río que no fluye.
¿Sabes qué me gustaría oír?
El sonido de la lluvia que arrulla los silencios
de las gotas que  impactan en mi ventana.
Pero hoy hace sol. Brilla.
Tan resplandeciente que abrasa las pupilas,
derritiendo los colores.
Hola, melancolía.
Hacía tiempo que no te dejabas caer por aquí.
Y, sinceramente, estaba mejor sin ti.
Tus maletas están en la puerta,
puedes irte cuando quieras.
Y por eso, no entiendo –ni quiero hacerlo-
porqué sigues aun aquí.
Tantos altibajos se cuelan en mi memoria
que la experiencia me trata de usted.
Una vez más el “te lo dije”
se vuelve a colar en el ambiente.
Hola melancolía, sé bienvenida.

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